Suni Williams y Butch Wilmore, los dos celebres astronautas que se pasaron inesperadamente nueve meses en la Estación Espacial Internacional, se mostraron orgullosos de su aventura, pero reconocieron su placer de volver a la Tierra.
“Quería darle un abrazo a mi marido y un abrazo a mi perro, díría que por este orden, o tal vez no”, bromeó Williams. “Realmente lo que más deseaba era abrazar a mi familia y también darle las gracias a una nación que se preocupó por nosotros, que rezó por nosotros”, terció Wilmore, que en todo momento se expresó como un devoto cristiano creyente en Dios.
“Nosotros somos responsables, todos formamos partes de esto”
En una multitudinaria rueda de prensa, los dos astronautas comparecieron en la base de Cabo Cañaveral (Florida) por primer vez desde que amerizaron en el Golfo de México hace un par de semanas.
En Estados Unidos y más allá se siguió con mucha atención su peripecia. Partieron el pasado junio, en un viaje experimental de ocho días para estrenar la nave Starliner de Boeing, pero una serie de problemas hizo que esta nave volviera vacía en septiembre por si acaso (no hubo incidencia alguna) y ellos esperaron hasta mediados de marzo para regresar a casa en un cohete Dragon de SpaceX, la empresa de Elon Musk.

Suni Williams y Butch Wilmore durante una conferencia en Johnson Space Center de la NASA
Sorprendidos por el enorme interés que han despertado, ambos mostraron una total readaptación a la gravedad tras un intenso ciclo de rehabilitación. “Ya he llegado a correr tres millas (4,8 kilómetros)”, explicó Williams.
En sus respuestas coincidieron en asumir parte de la responsabilidad por lo ocurrido en su viaje y remarcaron que volverían a volar de nuevo en la Starliner. “Empezaría diciendo que apunto el dedo y me culparía a mí. Podría haber planteado algunas preguntas y la respuesta a esas cuestiones podrían haber cambiado la marea”, respondió Wilmore a los periodistas en su función de responsable de esa misión. “Todo va hacia arriba y hacia abajo en la cadena. Nosotros somos responsables, todos formamos partes de esto”, reiteró.
“Cómo se van a rectificar todos los inconvenientes con los que nos encontramos, cómo se van a arreglar, vamos a hacer nuestro trabajo”, insistió para dejar claro que no temían subirse otra vez en esa nave que tuvo un malfuncionamiento. “Volvería a subir al instante”, remarcó Wilmore, con un gesto de aprobación de Williams.

Los astronautas Suni Williams y Butch Wilmore en el Johnson Space Center de la NASA
Los dos pilotos habían participado en los test para permitir que la Starliner despegara y alcanzara la Estación Espacial, si bien certificaron, una vez terminaron ese trayecto de ida, que había fallado el motor de propulsión y se habían producido filtraciones de helio.
“No puedes esto hacer sin confianza”
La NASA señaló que los ingenieros todavía no han llegado a saber la razón de que se produjeran esas dos incidencias. Los dos astronautas se reunirán este miércoles con los responsables los expertos de Boeing para avanzar en esas mejoras.
“El plan se salió de lo que estaba previsto, pero como somos humanos en una nave espacial, estamos preparados para cualquier contingencia”, subrayó Wilmore respecto a esa estancia mucho más prolongada de lo esperado. “Esta es una carrera con curvas y nunca sabes donde vas a ir”, sostuvo.
De lo que se trata, añadió, es de ir eliminando curvas. Enfatizaron, sin embargo, que la clave es tener confianza. “No puedes esto hacer sin confianza”, afirmó Wilmore.

De izquierda a derecha, los astronautas Suni Williams, Nick Hague y Butch Wilmore son entrevistados en el Johnson Space Center
A pesar de que el presidente Donald Trump y su asociado Elon Musk quisieron crear una crisis política, los dos coincidieron en que una vez allá, la política no figuró para nada en su vida espacial, de la que disfrutaron. Incluso indicaron que los periodos festivos que hubo (día de acción de gracias, las navidades) también tuvieron su celebración.
“Este viaje nos crea mucha emoción por lo que viene en la carrera espacial y espero que anime a las nuevas generaciones, a los niños, a tener interés en esta exploración”, replicó Williams.
En su línea políticamente correcta, y siendo los afortunados de haber viajados en dos naves diferentes, tanto Williams como Wilmore ensalzaron la calidad de cada una.