Le Pen se convertirá en el vector energético del malestar, independientemente de la fuerza de la actual coalición de conversos y tecnofeudales que domina Estados Unidos. En el 2022 se quedó a un millón largo de votos de Macron en la primera vuelta. Esta próxima vez ganará en primera vuelta, lo que concretará enseguida el eje autoritarismo vs. democracia. Sea el resultado que sea en segunda, la onda expansiva será segura en el corazón de Europa, sin necesidad de mensajes hiperventilados del propietario de X. Esa ola no se detendrá.
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