La Audiencia Provincial de Valencia está a la espera de dictar sentencia en el caso de la violación grupal a una menor de 14 años, Z., ocurrida en septiembre de 2020 en L'Olleria, en la comarca valenciana de La Vall d'Albaida. Este caso ha conmocionado a la sociedad por su brutalidad y la extrema vulnerabilidad de la víctima. Cuatro hombres de nacionalidad búlgara —Simeon Stefanov Simeonov (24 años), Stefan Simeonov Neychev (25 años), Iliya Chenkov Iliev (24 años) y Demir Borisov Demirev (26 años)— están acusados de agresión sexual y corrupción de menores, enfrentando peticiones del fiscal y de la acusación particular de hasta 53 años de prisión. El juicio, celebrado en la Sección Quinta de la Audiencia Provincial, ha desvelado detalles escalofriantes sobre los hechos que describen una sucesión de actos violentos y de manipulación contra Z.
Los hechos comenzaron alrededor de las 00:45 horas del 27 de septiembre de 2020, cuando Z., entonces de 14 años, acudió a una fiesta de cumpleaños en el paraje rural “El Salido”, en las afueras de L'Olleria. Allí, consumió entre tres y cuatro combinados de ginebra con refresco, lo que, según el fiscal, le provocó una “grave afectación de sus capacidades de raciocinio y voluntad”, dejándola en un estado de vulnerabilidad extrema. Aprovechando esta situación, Simeon Stefanov Simeonov y Stefan Simeonov Neychev la llevaron a una zona apartada donde la violaron en repetidas ocasiones. Horas más tarde, alrededor de las 05:00, Demir Borisov Demirev llegó al lugar y, según el relato de la víctima, le exigió una felación a cambio de llevarla a casa de su abuela. Ante la negativa de la menor, Demir no cumplió su promesa, dejándola abandonada. Minutos después, ya en casa de su abuela, Z. recibió un mensaje de Simeon Stefanov Simeonov, quien le propuso mantener relaciones sexuales junto a Iliya Chenkov Iliev. La menor, aún bajo los efectos del alcohol y presionada psicológicamente, accedió, y ambos acusados la esperaban en un domicilio de la Calle Santo Domingo, donde repitieron los abusos.
La fiscalía califica los hechos de “absolutamente monstruosos”
Z relató durante el juicio, con voz entrecortada y entre lágrimas, el horror que vivió. Protegida por un parabán, describió cómo, tras consumir alcohol —”no podía estar de pie, todo me daba vueltas”—, fue violada repetidamente detrás de un muro. “No tenía fuerzas para gritar ni para irme”, confesó. Aunque inicialmente mantuvo relaciones consentidas con uno de los acusados (sin validez legal por su minoría de edad), la situación escaló cuando otros hombres se turnaron para abusar de ella durante una hora y media. “Veía gente detrás de mí, escuchaba voces, pero no entendía”, declaró, refiriéndose a los agresores, de nacionalidad búlgara. La Guardia Civil cree que participaron hasta 15 hombres, aunque solo cuatro están siendo juzgados. Z admitió que no denunció antes por miedo al “qué dirán” en su pueblo, y que incluso recibió mensajes de uno de los acusados proponiéndole un “trío”. Los investigadores sostienen que hubo un “plan preconcebido” y destacaron su vulnerabilidad: “Era una niña, inmadura, con el alcohol mermando su voluntad”.
El fiscal Pérez Company ha calificado los hechos de “absolutamente monstruosos”, destacando el “desprecio total por la víctima” y la instrumentalización de la menor. Subraya que los acusados eran plenamente conscientes de la edad de Z. (14 años) y de su estado de intoxicación etílica, lo que agrava los delitos. La fiscalía sostiene que los actos constituyen agresión sexual con penetración y corrupción de menores, con agravantes por la minoría de edad y la premeditación. Las peticiones concretas son: Simeon Stefanov Simeonov, 14 años de prisión por el primer delito y 12 por el segundo, además de inhabilitación absoluta y prohibición de acercamiento a la víctima durante 16 años; Stefan Simeonov Neychev, 14 años de prisión e idénticas medidas de alejamiento; Iliya Chenkov Iliev, 12 años de prisión; y Demir Borisov Demirev, 5 años por corrupción de menores. Además, todos enfrentan indemnizaciones de 20.000 euros por daño moral y costas procesales.
Durante el juicio, los cuatro acusados usaron defensas contradictorias: desde alegar borrachera hasta afirmar que la víctima “aceptó un trío”
Durante el juicio, los acusados optaron por defensas contradictorias. Simeon Stefanov Simeonov alegó estar “muy borracho” y afirmó que la menor “aceptó un trío”, mientras que Demir Borisov Demirev negó haber solicitado la felación. Otros dos procesados se escudaron en la amnesia etílica, pero el fiscal desmontó estos argumentos con informes médicos y testimonios que demostraron que actuaron con plena consciencia. La Guardia Civil aportó pruebas clave, como mensajes de WhatsApp en los que los implicados coordinaban encuentros y conversaciones donde la menor expresaba su miedo.
Z., actualmente bajo tratamiento psicológico, no sufrió lesiones físicas graves, pero los informes forenses destacan un “grave menoscabo psíquico” derivado del trauma. Su abogado, Juan Molpeceres, que coincide en su calificación de los hechos con el fiscal, ha denunciado la “revictimización” durante el proceso. El caso ha reabierto el debate sobre la violencia sexual grupal en España, evocando precedentes como el de “la manada” de Pamplona. Vecinos de L'Olleria y colectivos feministas han seguido el juicio con indignación. El tribunal ha analizado un exhaustivo corpus probatorio, incluyendo informes médicos y psicológicos que ratifican la incapacidad de Z. para consentir, pruebas tecnológicas de teléfonos móviles y testimonios de amigos. El juicio, visto para sentencia, podría marcar un precedente en la aplicación de la Ley Orgánica 10/2022, que eliminó la distinción entre abuso y agresión sexual. La fiscalía ha pedido que se compute el tiempo que los acusados estuvieron en prisión provisional. La sentencia, esperada en las próximas semanas, no solo decidirá el futuro de los cuatro hombres, sino que enviará un mensaje sobre la tolerancia cero a la violencia sexual contra menores.