El PNV de Aitor Esteban e Imanol Pradales, que estrenaba bicefalia en el Aberri Eguna, Día de la Patria Vasca, evitó la hipérbole en una jornada históricamente propicia para las grandes proclamas y aprovechó para enviar un doble mensaje. Primero, mirando a Madrid. Los jeltzales recordaron a Pedro Sánchez que su apoyo se sustenta en un calendario pactado y le recriminaron que “va muy lento”, algo que podría resultar problemático en el medio plazo. Segundo para EH Bildu, formación con respecto a la cual volvieron a marcar distancias en relación con el debate sobre el nuevo marco de autogobierno para Euskadi.
Un año después de las igualadísimas elecciones vascas del 21-A, en las que ambas formaciones empataron a 27 escaños, aunque el PNV ganó en votos, las dos grandes formaciones abertzales evidenciaron que siguen con las espadas en alto, inmersas en un duelo que se libra tanto en el País Vasco como en Madrid.

El PNV ha celebrado este domingo en Bilbao el Aberri Eguna (día de la patria vasca); imagen de la Plaza Nueva bilbaína.
En la capital española ambas formaciones coinciden en su deseo de que la legislatura se prolongue, aunque compiten a la hora de presentar ante la sociedad vasca sus logros en el Congreso. Esta situación se hizo muy evidente en el Aberri Eguna de ayer. Aitor Esteban dedicó una parte de su discurso en el acto celebrado en la plaza Nueva de Bilbao a enumerar una docena de logros conseguidos en el último año, como ejemplo de la “ambición nacional” que le reclama EH Bildu.
“Este partido viene demostrando su ambición nacional día a día, año a año, desde hace más de 40, desde hace 130, caminando hacia adelante y sin poner palos en las ruedas”, señaló. El lehendakari, Imanol Pradales, no obstante, puso el foco en una cuestión que puede ganar relevancia en el medio plazo: “Tenemos un calendario pactado con el Gobierno español y va lento. Va demasiado lento. El pacto obliga. El Gobierno español debe aplicar más ritmo para cumplir el Estatuto y el calendario pactado en su integridad”.
El líder del Ejecutivo vasco se refería a las 25 competencias recogidas en el Estatuto de Gernika y pendientes de traspaso. En base al pacto de investidura suscrito entre el PNV y el PSOE en noviembre de 2023, se deberían traspasar en los próximos siete meses, al cumplirse dos años desde que se firmase aquel acuerdo. Sin embargo, atendiendo a los precedentes, se antoja muy poco probable que el Gobierno central pueda cumplir ese compromiso.
Imanol Pradales se refirió brevemente a la cuestión del “nuevo autogobierno vasco”
En los últimos siete años, desde que Pedro Sánchez llegase a La Moncloa en 2018, el Ejecutivo central ha traspasado una quincena de materias al Gobierno vasco, de manera que debería imprimir a esos traspasos un ritmo inédito hasta ahora si quiere satisfacer la demanda jeltzale y cumplir su compromiso. La cuestión no es problemática en este momento para el PNV, pero puede serlo a medida que se acerque ese punto de la legislatura y se avecine también el próximo ciclo electoral. La política vasca en Madrid ha ganado importancia y al PNV le ha salido un competidor en su rol de conseguidor que vela por los intereses vascos. De ahí la advertencia de Imanol Pradales.
El lehendakari también lanzó una advertencia frente a la “concepción de un Estado jacobino y centralista, con una capital total que absorbe todo y pretende subordinarnos a sus mandatos”, en alusión a recientes pronunciamientos del Tribunal Supremo.
El duelo entre los jeltzales y la coalición independentista, no obstante, se libra sobre todo en el terreno de la política vasca. Ahí, el Aberri Eguna fue expresivo de las resistencias del PNV a entrar de lleno en la cuestión del nuevo autogobierno vasco, tal y como le reclama la coalición abertzale. El nuevo líder jeltzale, Aitor Esteban, viene relativizando esta cuestión desde que tomase el cargo el pasado 30 de marzo. Este domingo apenas se refirió a la renovación del marco de autogobierno, subrayando su interés por avanzar en ámbitos que hagan país “cada día” y por fortalecer el sentido comunitario.
Pradales, mientras, señaló que Euskadi debe ir “más allá” del actual marco de autogobierno, aunque apenas insistió en un par de ideas al respecto: “Vamos a preparar las bases del nuevo autogobierno vasco. Dotarnos de un marco de bilateralidad efectiva. Un sistema de garantías que impida decisiones unilaterales que erosionen o limiten el autogobierno acordado”.
EH Bildu, en Pamplona
EH Bildu, en cambio, hizo bandera de la cuestión de la renovación del autogobierno vasco en una jornada que celebró en Pamplona, el municipio más poblado de cuantos gobierna y también el de mayor contenido simbólico para la cultura política que representa.

El alcalde de Pamplona, Joseba Asiron (3d), el secretario general de EH Bildu, Arnaldo Otegi (c), entre otros, durante una manifestación por el Aberri Eguna.
El secretario general de la coalición, Arnaldo Otegi, señaló que “hay un campamento base que hay que elevar porque el país necesita hacer frente a los viejos y a los nuevos retos”. “Tendemos la mano otra vez a todos los que consideran que este es un país que merece más soberanía, reconocimiento nacional, defensa de su lengua nacional y una sociedad diferente para construir juntos ese camino. El horizonte se llama República Vasca de Iguales”, indicó.
Un año después de las elecciones vascas, la coalición abertzale está decidida a llevar la política vasca al terreno del debate nacional, laminando la estrategia de alianzas que impera en Euskadi, con PNV y PSE gobernando las principales instituciones.
Las pocas encuestas que se han publicado desde aquellos comicios otorgan una correlación de fuerzas similar, aunque los jeltzales podrían haberse fortalecido un ápice. En Sabin Etxea tienen claro que la vía para movilizar a su electorado está en la gestión de esas cuestiones que aparecen entre las primeras preocupaciones ciudadanas: la vivienda, la situación del Sistema de Salud, la inseguridad, los problemas económicos y ligados al mercado de trabajo o la inmigración, según el último Sociómetro vasco. Y es ahí donde el tándem Esteban-Pradales quiere centrar su acción política.
“No sé si el próximo presidente del EBB será Hassan”
Aitor Esteban, el nuevo presidente de la Ejecutiva del PNV, reivindicó el carácter “integrador” de su formación con la siguiente referencia: “El presidente del actual EBB se apellida Esteban Bravo. No sé quién será el o la siguiente. Si se apellidará Agirregomezkorta, Martínez o García; o puede que Hassan, Diop o Iriarte; o quizá Dupont, Popescu, o Barinagarrementeria”. El PP vasco aprovechó esta alusión para arremeter contra los jeltzales a través de las redes sociales: “El PNV no tiene otro objetivo que mantenerse en el poder y ya le da igual la Lege Zaharra que la Lege Sharia”, en alusión a su viejo lema peneuvista Jaungoikoa eta Lege Zaharra (Dios y la Ley Vieja) y mezclándolo con la ley islámica y el debate migratorio. No fue una alusión puntual, ya que el portavoz de los populares en el Ayuntamiento de San Sebastián, Borja Corominas, insistió en el mismo mensaje: “Primero engañaron a muchos Agirregomezcortas, luego fueron a por los Martínez, ahora quieren engañar también a los Hassanes, pero en verdad siguen siendo el mismo proyecto excluyente que fundó un tal Arana”.