El viaje al pragmatismo de EH Bildu, su objetivo de disputar el liderazgo político en el País Vasco al PNV, demanda también un acercamiento a la institucionalidad. Exige a la coalición abertzale vestirse ante la sociedad vasca de alternativa creíble, aumentar su radio de influencia y hacer ver que es capaz de establecer conexiones con ámbitos de poder muy alejados de sus bases. Y todo eso sin dejar de lado el modelo que le ha permitido ampliar su base social y llegar a su techo electoral sin grandes fisuras en su cohesión interna. “Somos militantes políticos. Estar muy alejados de la política convencional es una de las razones de nuestro éxito”, ha señalado en más de una ocasión Arnaldo Otegi.
En los últimos días, EH Bildu ha vivido tres momentos muy elocuentes de su viaje a la institucionalidad. El pasado jueves, día 13, Mertxe Aizpurua, portavoz en el Congreso, se convirtió en la primera dirigente de la coalición en ser recibida en el Palacio de la Moncloa, dentro de la ronda que Pedro Sánchez ha desarrollado con los principales partidos para abordar la política de defensa del Gobierno.

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, con los portavoces de EH Bildu en el Congreso y el Senado.
No era la primera vez que el presidente del Gobierno recibía a dirigentes de la coalición abertzale. El 13 de octubre de 2023, tras las elecciones generales del 23 de julio de aquel año y en vísperas de la investidura, Sánchez accedió a reunirse con los portavoces de la coalición en el Congreso y en el Senado, Mertxe Aizpurua y Gorka Elejabarrieta. Aquella cita tuvo lugar en una sala del Congreso de los Diputados, aunque propició, aun así, una situación inédita, ya que hasta entonces el precedente más cercano habían sido las reuniones telemáticas de Sánchez con representantes de EH Bildu durante la pandemia.
Antes, Mariano Rajoy desdeñó cualquier encuentro oficial con representantes de la coalición, surgida en 2011 de la convergencia entre la izquierda abertzale histórica, Eusko Alkartasuna, Aralar y Alternatiba (escisión de Ezker Batua-IU), aunque el rey emérito, Juan Carlos de Borbón, sí recibió en 2011 a Xabier Mikel Errekondo, diputado con la marca Amaiur.
Durante los años del terrorismo de ETA, ni Zapatero ni Aznar mantuvieron reuniones oficiales con dirigentes de Herri Batasuna, aunque ambos avalaron contactos con aquella formación y también con representantes de ETA.
En todo caso, en un contexto diametralmente opuesto, la reunión de la pasada semana termina de normalizar las relaciones institucionales del Gobierno con EH Bildu, uno de sus socios más fiables, cuando se cumplen 14 años del surgimiento de la coalición y 15 del último atentado mortal de ETA (el 16 de marzo de 2010 mató al gendarme Jean-Serge Nèrin en un tiroteo).

Dirigentes de EH Bildu y Confebask, en su reunión este lunes en Bilbao
Pocos días después de esta reunión, este domingo, el programa Lo de Evole emitió una entrevista con María Jesús Montero, vicepresidenta y ministra de Hacienda, quien elogió de manera muy expresiva a la coalición abertzale: “Este partido se ha reconvertido probablemente como ningún otro en la democracia”.
“No hay ningún partido que tenga el recorrido que tiene Bildu. Yo creo que han aprendido. Han aprendido de lo que significa estar en democracia, de los caminos que no se deben tomar, y que sus aspiraciones con respecto a Euskadi no son de un día para otro", añadió.
La vicepresidenta del Gobierno indicó que “algún día con distancia se estudiará qué ha ocurrido con la incorporación política de una pulsión que había en Euskadi, que provocó sufrimiento a miles de personas que estuvieron afectadas por el terrorismo”.
“Algún día con distancia se estudiará lo que ha ocurrido con la incorporación de Bildu”, dijo Montero
“Se les dijo 'intégrate en las estructuras democráticas, abandona las armas y discute tus ideas desde el acuerdo, desde el diálogo democrático'. Esto es lo que está haciendo Bildu, independientemente de que algunos intenten permanentemente asociarlo con esa etapa, porque ellos son responsables de dónde vienen. Sin embargo, yo prefiero 1.000 millones de veces discutir con una formación política que estar bajo el humo de las bombas”, sentenció.
Las expresivas palabras de Montero ahondan en ese pleno reconocimiento de EH Bildu como un actor más en el juego de mayorías en Madrid, un ámbito en el que ahora compite con el PNV en su papel de conseguidor que defiende los intereses de los vascos. Se trata de una cuestión relevante, ya que la agenda política y mediática vasca se ha trasladado en buena medida a Madrid.
El tercer momento expresivo del viaje de EH Bildu a la institucionalidad es la reunión que celebraron este lunes con dirigentes de Confebask, la confederación empresarial vasca. Únicamente existía un precedente: cuando en 2018 una delegación de la coalición, presidida por Arnaldo Otegi, fue recibida en la sede en Bilbao de la patronal de empresarios, uno de los colectivos más castigados por la violencia de ETA.
Desde aquella reunión, EH Bildu ha hecho un esfuerzo por afinar sus propuestas en materia industrial, económica o a nivel de fiscalidad, gracias en gran medida al trabajo de Pello Otxandiano como director de Programa en los últimos años.
El propio Otxandiano, candidato a lehendakari en los últimos comicios al Parlamento vasco, presidió el lunes la delegación de EH Bildu, mientras que por Confebask asistieron su presidenta y su director general, Tamara Yagüe y Eduardo Aretxaga.
El titular que dejó la reunión es que sirvió para constatar la lejanía de sus propuestas “en casi todos los ámbitos”. Aunque lo cierto es que sirvió también para terminar de fortalecer ese viaje de EH Bildu a la institucionalidad.