Casi 3.000 mossos se jubilarán hasta el 2030 y otros 8.400 entrarán en el mismo periodo

Seguridad pública 

La policía catalana prepara un plan para optimizar a los funcionarios que pasan a la segunda actividad

Foto ANDREA MARTÍNEZ PASTOR 20/09/2024. El Presidente de la Generalitat, Isla Salvador, y el Ministro del Interior, Núria Parlon, entregan los diplomas de la 37ª promoción del Curs de Formació Bàsica per a Policies, en el ISPC (Instituto de Seguridad Pública de Cataluña) 4,5 (144), Mollet del Vallès.

Lanzamiento de gorras de la última promoción del Institut de Seguretat Pùblica de Catalunya (ISPC) en Mollet

Andrea Martínez/Archivo

Casi 3.000 mossos d’esquadra, para ser más exactos 2.984 hombres y mujeres, se jubilarán de aquí al 2030. Hasta ahora, los responsables del departamento de Interior facilitaban solo los números de las incorporaciones con las cifras de las nuevas promociones de policías, pero resultaba especialmente difícil que contaran cuántos policías se jubilaban o los que daban un paso al lado y entraban en la segunda actividad.

El refuerzo de la plantilla, con el incremento de la presencia uniformada en las calles de Catalunya, es uno de los pilares de la nueva política de seguridad pública. De ahí, que sus responsables trabajen con las tablas de altas y bajas para conseguir cuadrar la cifra que se comprometieron alcanzar en el 2030: 25.000 mossos d’esquadra.

Entre los proyectos está el de un cuerpo de docentes con policías retirados de las funciones operativas para impartir clases en la escuela de Mollet

Este número, pactado con el Estado en las últimas reuniones de la Junta de Seguridad de Catalunya, es esencial para consolidar los distintos planes que se están ejecutando, especialmente el Kanpai, dirigido a combatir la lacra de la multirreincidencia.

En los años 2015, 2016 y 2018 no se convocaron plazas de mossos d’esquadra, una decisión política que tuvo sus consecuencias. Una escasez de personal y un tapón generacional que durante un periodo convirtió a la policía catalana en una organización con la media de edad más avanzada de Europa. Una plantilla no solo envejecida, sino también expuesta a unas tandas de jubilaciones que necesitarían futuras convocatorias elevadas para compensar números y no dejar desprotegidas las calles.

Las previsiones de personal realizadas por los responsables de recursos humanos de la policía aparecen en el gráfico de esta misma página. En junio de este 2025 empezarán las prácticas, tras terminar la escuela en Mollet, unos 750 mossos, los que quedarán de la promoción de 820. En este mismo periodo del 2025 se jubilarán 367 policías y otros tantos, pocos, cada vez menos, pasarán a segunda actividad.

Entre los nuevos proyectos que está llevando a cabo la jefatura hay uno dirigido a redefinir los criterios de la segunda actividad, y lo dirige el comisario Josep María Estela. Su propuesta se presentará en breve en la comisión de la segunda actividad porque el objetivo es aprobarla con la máxima unanimidad y el visto bueno de los sindicatos.

La actual plantilla de Mossos está formada por 18.988 agentes y en segunda actividad hay 698, un 3.6%”

Un policía de la Generalitat puede solicitar la segunda actividad por cuestiones médicas o al cumplir 57 años. Lo cierto es que desde que entró en vigor la posibilidad de que los policías se jubilen a los 60, pocos mossos de la escala básica se acogen a esta opción. Lo que hacen es esperar esos tres años en ese último destino para finalizar su carrera profesional.

La actual plantilla de Mossos está formada por 18.988 agentes. En segunda actividad hay 698, un 3.6% de la plantilla. De todos, 137 son mujeres y 561 hombres, y 353 dieron el paso al lado por cuestiones de edad, mientras que 345 lo hicieron por sus aptitudes físicas o psíquicas.

Estela está redefiniendo las funciones de la segunda actividad con tareas que estarán determinadas por las necesidades de la organización. Uno de los aspectos más interesantes del proyecto está precisamente en esas nuevas funciones previstas y que podrán asumir mossos en segunda actividad, dependiendo de la categoría que tengan. Por ejemplo, asumir la recogida de denuncias en una Oficina de Atención al Ciudadano (OAC), responsabilizarse del grupo encargado de las relaciones con la comunidad de una comisaría o elaborar análisis para las unidades de investigación.

También se ampliará el catálogo de funciones para los mossos de la escala ejecutiva y superior. Desde la dirección de proyectos internos relacionados con la mejora del servicio público a labores más técnicas vinculadas con la dirección general de la policía y que tienen que ver, por ejemplo, con la evaluación de los servicios.

Se trata, en palabras de Estela, de llenar de contenido la segunda actividad y aprovechar la experiencia y los conocimientos adquiridos a lo largo de la trayectoria profesional de esos mandos. “Por ejemplo, creando un grupo de docentes para impartir determinadas asignaturas en la escuela”, avanza el comisario Estela.

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