Las pinturas murales de la parroquia de Sant Climent de Llobregat, obra del artista especializado en arte sacro Joan Torras i Viver, han sido restauradas, según ha informado el Ayuntamiento de la localidad del Baix Llobregat conocida por sus cerezas este lunes en un comunicado.
Según el Consistorio, dichas pinturas se llevaron a cabo en el año 1963 y “se habían visto afectadas a lo largo de los años por las inestabilidades climáticas registradas en el interior de la iglesia”. “Presentaban desperfectos tanto en la capa pictórica como en el estrato preparatorio”, ha descrito el Ayuntamiento.
Diferentes instituciones implicadas
Esta actuación forma parte del proceso de preservación del edificio y de sus elementos patrimoniales, que fue iniciado por la propia parroquia y cuenta con el apoyo del obispado de Sant Feliu de Llobregat, el Ayuntamiento de Sant Climent de Llobregat y la Diputación de Barcelona, entre otras instituciones.
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“Este retablo restaurado es un puente entre lo que hemos sido y lo que queremos ser”, ha considerado el alcalde de Sant Climent, Isidre Sierra. “Es una manera de decir a los que vendrán: nosotros tenemos cuidado de lo que recibimos y os lo entregamos con orgullo y cariño. Que este lugar siga siendo un espacio de encuentro, paz y belleza compartida”, ha agregado.
Entre otros trabajos, una empresa especializada ha fijado la pintura y la ha limpiado de forma química y mecánica. Los retos de futuro en la parroquia de Sant Climent son la eliminación de humedades, la rehabilitación de la capilla del Santíssim, el saneamiento de la cubierta y las fachadas y pintar el resto del templo.