La estadística que señalaba que habría un nuevo Papa antes del domingo se ha cumplido, lo confirma la fumata blanca aparecida a las 18.09. La pregunta que se hacían católicos y no católicos en torno a cuánto tardaría en saberse que había sustituto para Francisco ha sido respondida. Queda muy poco para despejar la otra incógnita: quién ha sido el elegido.
Desde 1903, cuando el cónclave eligió a Pío X, la media de votaciones necesarias para encontrar un Papa es de 7,2. Traducido a hoy, y de haberse cumplido estrictamente la estadística, el nuevo Pontífice habría sido anunciado el sábado por la tarde. La mediana (el valor que marca la posición central dentro de un conjunto de números) es de 6,5 votaciones. En ese caso, el anuncio llegaría en la mañana del sábado. En este punto, los pronósticos han sido pulverizados y la fumata blanca ha llegado mucho antes.
En todo caso, en lo que no se han equivocado los números ha sido en que la esperada fumata blanca llegaría antes del domingo, como así ha sido.
Pío XI, 14 votaciones
Desde 1903, el Papa que ha necesitado más votaciones para llegar a un consenso fue Pío XI, cuya elección necesitó 14 rondas de voto, desde el 2 de febrero de 1922 al día 6. Su sucesor, Pío XII, fue elegido solo con tres rondas de votación, el 2 de marzo de 1939.
Francisco necesitó cinco votaciones para ser elegido, mientras que Benedicto XVI fue elegido a la cuarta. Juan Pablo II tuvo que esperar a ocho rondas de voto como sucesor de Juan Pablo I. El Papa más breve (su pontificado apenas duró un mes) fue elegido a la cuarta votación.