Terror de Año Nuevo

Posibles actos terroristas

Los autores de los ataques de Nueva Orleans y Las Vegas eran estadounidenses

Imagen del sospechoso del coche que explotó frente a un hotel de Las Vegas

Imagen del sospechoso del coche que explotó frente a un hotel de Las Vegas

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El atropello masivo en un mercado de Año Nuevo en Nueva Orleans (Luisiana) seguido de la explosión de un Tesla Cybertruck en el Trump International Hotel de Las Vegas (Nevada) han sacudido el comienzo del 2025 en Estados Unidos. Aunque en primera instancia las autoridades temían que ambos ataques, que investigan como actos terroristas, estuviesen vinculados, este jueves descartaron esta teoría y ahora creen que el autor del atropello –el más masivo de la historia del país– actuó “sin cómplices”, confirmó Christopher Raia, de la división de contraterrorismo del FBI.

Shamsud din Jabbar, ciudadano estadounidense y veterano de guerra de 42 años, llevaba una bandera del Estado Islámico en la camioneta que usó para arrollar a la multitud en esta ciudad sureña, cuna del jazz moderno. Mató a su paso a 14 personas y, tras un intercambio de disparos con la policía, murió en el acto.

El atentado podría haber sido mayor si hubieran estallado los artefactos explosivos que depositó en neveras portátiles repartidas por el lugar del atentado, Bourbon Street, en el centro histórico de Nueva Orleans, y a dos manzanas de esa calle.

Los terroristas no estaban vinculados,
y ambos, veteranos de guerra, habían servido en Afganistán

Que el Estado Islámico no haya reivindicado el ataque ha aliviado al FBI, que lidera la investigación, pues indica que Jabbar no habría recibido instrucciones, sino que se radicalizó en el yihadismo y actuó como un lobo solitario. Jabbar, que sirvió durante ocho años en ejército estadounidense y fue desplegado en Afganistán, publicó una serie de vídeos en las redes sociales en apoyo a la organización islamista. En uno de los vídeos, afirmó que originalmente planeaba herir a sus familiares, pero que optó por el atropello masivo para tener mayor repercusión, en un atentado “cien por cien inspirado por el Estado Islámico”, señaló el portavoz del FBI.

En su ataque, usó una camioneta alquilada en la aplicación de coches compartidos Turo, casualmente la misma que usó el autor del atentado en el hotel Trump de Las Vegas para alquilar el Cybertruck. Este jueves por la noche, el FBI identificó también al autor de esta extraña explosión: Matthew Livelsberger, un militar en activo de 37 años y –desde el 2006– miembro de los llamados boinas verdes, el grupo de élite del ejército experto en tácticas de guerrilla.

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Estado del Tesla que explotó en la puerta del hotel Trump de Las Vegas

EFE

Perteneciente al Décimo Grupo de Fuerzas Especiales, con base en Alemania, se encontraba en EE.UU. con permiso vacacional navideño y su conducta había sido impoluta en sus 19 años en las fuerzas armadas, en los que estuvo de servicio en Afganistán, Tayikistán y el Congo.

Aunque su perfil y método tiene paralelismos con el de Jabbar –ambos usaron Turo para alquilar los vehículos, son ciudadanos estadounidenses y estuvieron desplegados como soldados en Afganistán, aunque en momentos distintos– la investigación del FBI mantiene que no hay vínculos entre ambos.

Según la agencia federal, que ha contado con la colaboración de Tesla para rastrear las ubicaciones del Cybertruck, Livelsberger lo alquiló en Colorado Springs y condujo 1.200 kilómetros hasta que, tras unas diez horas –y cuatro después del atentado en Nueva Orleans–, aparcó en la entrada del hotel Trump, en el Strip de Las Vegas, conocido por sus lujosos hoteles y casinos. Solo llevaba parado unos 10 segundos cuando empezó a salir humo del vehículo y, poco después, explotó.

Las autoridades hallaron a Livelsberger calcinado en el interior del Cybertruck, cuya fuerte estructura y característico diseño futurista pudo contener parte de la explosión y evitó daños mayores. El material usado para causar terror, en un incidente que no dejó más muertos que su autor –y siete heridos leves–, fueron una serie de tanques de gasolina y morteros de fuegos artificiales, según informó el sheriff de Las Vegas, Kevin McMahill. Livelsberger se habría suicidado con una pistola antes de la explosión, según indica la herida de bala que se encontró en su cabeza.

El doble atentado conmociona EE.UU. a las puertas del traspaso presidencial

Algunos usuarios en redes sociales han entendido esta explosión como un aviso al futuro gobierno del país: el vehículo eléctrico era de la marca Tesla, propiedad del hombre más rico del mundo y aliado cercano del presidente electo Donald Trump, Elon Musk, y explotó justo frente al lobby del hotel que lleva el nombre del futuro presidente de EE.UU. Trump tomará posesión el próximo 20 de enero en una ceremonia que contará con la máxima seguridad del Servicio Secreto en el Capitolio.

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El sheriff del Departamento de la Policía Metropolitana de Las Vegas, Kevin McMahill, habla sobre la explosión del Tesla en Las Vegas

ETHAN MILLER / AFP

Al igual que en el atentado de Jabbar en Nueva Orleans, el arma usada por Livelsberger en Las Vegas fue un vehículo, una herramienta que se ha vuelto común en atentados tanto islamistas como supremacistas. Especialmente, desde que las autoridades incrementaron la seguridad en los aeropuertos tras el atentado del 11 de septiembre del 2001 contra las Torres Gemelas de Nueva York, y tras los llamados de la cúpula de Estado Islámico a usar vehículos para causar terror en Occidente. El pasado 20 de diciembre, otro hombre –en ese caso, islamófobo– irrumpió con un coche en el mercado navideño de Magdeburgo (Alemania) y dejó al menos cinco muertos y 200 heridos.

El doble atentado ha conmocionado a EE.UU. en su entrada de año y alteró este jueves la agenda del presidente Biden, que compareció de urgencia en su residencia institucional de Camp David (Maryland). Prudente, dijo que está en permanente contacto con la investigación del FBI y que ha puesto “todos los recursos a disposición de las fuerzas del orden federales, estatales y locales” para “completar rápidamente la investigación y asegurarse de que no queda ninguna amenaza”. Aseguró que el autor del atropello en Nueva Orleans estuvo “inspirado por el Estado Islámico” y que “expresó el deseo de matar”.

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Javier de la Sotilla
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