La antigua fábrica Estrella Damm se ha convertido en un laboratorio de innovación la última semana. Pantallas, gafas de realidad virtual y aumentada, altavoces y auriculares, salas de conferencias y talleres de todo tipo han llenado este emblemático espacio de Barcelona, al que han acudido centenares de trabajadores y familiares del grupo cervecero. Con esta iniciativa, llamada Iamm Xperience, la compañía catalana quiere poner en valor su gran apuesta por la gestión de datos y la inteligencia artificial (IA).
“Desde el año 2016, tuvimos muy claro que había que impulsar la transformación tecnológica en una industria que por razones obvias no es nativa digital”, comenta Laura Gil, responsable de analítica de datos.
Dato
El grupo Damm destina alrededor de 5 millones de euros anuales a programas vinculados con la inteligencia artificial y la gestión a gran escala de los datos
Con una inversión de cinco millones de euros anuales, Damm lleva casi una década impulsando la innovación. Esta apuesta se ha canalizado a través del hub IAmm, un centro de innovación en el que trabajan un centenar de personas. Bajo su paraguas, se llevan a cabo distintos programas de índole tecnológica y formativa que van enfocados tanto a la gestión de datos como a la inteligencia artificial generativa. “Hemos avanzado en actividades que a simple vista no son muy llamativas pero que han contribuido a mejorar la eficiencia y los márgenes de beneficios”, asegura Gil.
Entre las principales actividades, destaca la iniciativa Data Lake, que ha permitido ordenar gran parte de los datos de la cadena de valor, desde los que proceden de los campos de cebada, lúpulo y arroz y la red de distribución, hasta los datos de supermercados, tiendas minoristas, bares y restaurantes.
Damm también ha puesto en marcha un proyecto de agentes, que permite reducir tiempos en las visitas comerciales. Estos agentes permiten al gestor repasar los datos del cliente de manera sencilla y resumida antes de la visita. Otro de los grandes proyectos ha sido la incorporación de Copilot, la herramienta de IA de Microsoft, en el espacio de trabajo. Este proyecto ha permitido un ahorro significativo de tiempo y mejora en la eficiencia operativa.
La compañía tiene intención de contratar más personal a lo largo de los próximos años
“No pensamos en recortar puestos de trabajo tras la aplicación de herramientas de IA que mejoran la eficiencia, sino que nuestro objetivo es mejorar la productividad de los trabajadores fomentando la recapacitación de sus aptitudes tecnológicas”, comenta Gil, quien asegura que la compañía tiene intención de contratar más personal a lo largo de los próximos años.
En una de las conferencias celebradas el viernes, el empresario y emprendedor Pau Garcia- Milà lo dejaba muy claro: “Las empresas necesitan cambiar de mentalidad y entender que la IA no es solo una tecnología sino una forma totalmente distinta de trabajar”, afirmó.
El potencial de esta herramienta es enorme y, como señalaba Garcia-Milà, sus funcionalidades mejoran cada vez más rápido. “Solo en los últimos 45 días han aparecido dos cambios que han supuesto un salto a gran escala: la herramienta de búsqueda profunda, que permite llegar a elaborar publicaciones científicas con un elevado rigor, y la funcionalidad de la generación de imágenes avanzada, que permite realizar falsificaciones de forma muy sofisticada”, aseguró el consultor. A raíz de los imparables avances de esta tecnología, Garcia-Milà reconoció que ahora se abre una cuestión ética que apela a la responsabilidad en su uso.