Jannik Sinner: algunos genios van en carroza

Tenis | Roland Garros

El italiano sonroja a Lehecka y ya está en octavos; Badosa y Bouzas transigen y se marchan de París

Carlos Alcaraz sobrevive a un superviviente

Jannik Sinner firma autógrafos tras su victoria, ayer en París

Jannik Sinner firma autógrafos tras su victoria, este sábado en París 

Julian Finney / GETTY

Conforme se acercan al cierre de la primera semana, los Grand Slam se ponen cuesta arriba.

Ya no quedan perlitas en el cuadro, rivales de medio pelo: todos aquellos que siguen en pie arrastran un puñado de cadáveres a sus espaldas, dos o tres victorias de un tirón, y ahora se hallan en ritmo de competición. Son duros de roer.

A estas alturas del torneo, es la hora de los distinguidos. Aquí se crecen los Top 10, en hombres y en mujeres: Novak Djokovic, Sasha Zverev, Jack Draper, Coco Gauff, Jessica Pegula o Mirra Andreeva acceden a la segunda semana.

Por supuesto, también lo hace Jannik Sinner (23), el avatar italiano, el pelirrojo que lidera el circuito ATP y que sonroja a Jiri Lehecka.

El episodio turba al checo e incomoda a la parroquia: pasan los minutos y el italiano suma un juego tras otro, y así hasta once consecutivos.

¿Qué es esto?

¿Hasta dónde quiere llegar?

El asunto se le pone feo a Lehecka. No es un cualquiera. Es el 34.º tenista del ATP y en Doha, en febrero, había derrotado a Alcaraz.

Torturado, ahora Lehecka se pregunta dónde se ha metido: se le descompone el rostro, está asustado y también, irritado. ¿Qué le ha hecho él a Sinner? ¿A qué viene ese ensañamiento?

Cuando, el partido se pone 6-0 y 5-0 para Sinner, los analistas empiezan a revolver papeles. Se preguntan:

–¿Cuándo fue la última vez que un choque del Grand Slam registraba un triple 6-0?

Partido perfecto

El italiano firma un episodio perfecto: solo cede tres juegos a Lehecka y gana casi el 70% de los puntos

La respuesta está ahí mismo, en París, en 1993: cosas de Sergi Bruguera, el fenómeno que en aquella segunda ronda, rumbo al primero de sus dos títulos, arrollaba al local Thierry Champion (el apellido viene que ni pintado).

La búsqueda se interrumpe aquí. Van 55 minutos de partido cuando Lehecka suma su primer juego, y entonces levanta la raqueta y saluda a la concurrencia, y todos le aplauden, ¡Salve al Rey!, aunque nada cambia pues Sinner va en carroza, Sinner no está dispuesto a regalarle nada y 39 minutos más tarde cierra el compromiso con un sensacional 6-0, 6-1 y 6-2: apenas ha cometido nueve errores no forzados, gana 91 puntos (por 45 de Lehecka; en total, el italiano se lleva el 67% de los puntos jugados) y se apropia de seis juegos en blanco.

Mientras el perfecto Sinner desfila por París hacia octavos de final, y ya veremos quién puede detenerle (a medio plazo solo se intuye la figura de Carlos Alcaraz, algo que únicamente pasaría en una hipotética final: hasta entonces, aún queda), las españolas se difuminan. 

Ya no queda ninguna en el cuadro. Paula Badosa se rinde ante Daria Kasatkina (6-1 y 7-5) y Jéssica Bouzas, ante Hailey Baptiste (7-6 (4) y 6-1).

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