“Estaba muy enfadado. Pocas veces lo hemos visto así”, apuntó uno de los familiares de Alejandro Balde en el vuelo de regreso de la expedición barcelonista desde Madrid. Fue durante la primera parte del Getafe-Barcelona cuando el lateral blaugrana escuchó en dos episodios calientes del juego varios insultos racistas prominentes de la grada del Coliseum Alfonso Pérez cuando se acercaba a ella mientras le disputaba un balón a Iglesias.
El joven lateral del Barcelona es el hijo menor de los tres que tuvo el matrimonio formado por su padre, Sadiu, procedente de Guinea-Bisáu, y su madre, Gledys, de la República Dominicana. De orígenes muy humildes, el matrimonio regentaba un locutorio en la plaza Los Porxos de La Verneda. Además de realizar otros trabajos, como tareas de limpieza.
La plantilla conoció lo sucedido al descanso, cuando el árbitro activó el protocolo hablando con los delegados
Por todo, Balde no lo dudó. Al descanso se acercó al segundo asistente arbitral, Rubén Porras Rico, y le informó de lo acontecido. “He recibido bastantes insultos racistas de la afición, creo que es algo que no debería seguir pasando. Cuando acabó la primera parte el árbitro activó el protocolo”, denunció el futbolista en los micrófonos de Movistar +.
Al descanso prácticamente toda la plantilla del FC Barcelona supo de inmediato lo que había pasado. Entre otras cosas porque el árbitro Gonzalo Fuertes activó el protocolo antirracismo hablando con Carles Naval, delegado del FC Barcelona, y con Mejuto González, su homólogo en el Getafe. También se anunció por la megafonía del estadio que los insultos no eran bienvenidos y que se tomarían medidas. El protocolo,que se impulsó en el 2015, incluye, además, un aviso en los videomarcadores. Pero los del Coliseum Alfonso Pérez no funcionaban por un problema técnico.
El club decidió que Balde hablara por su actuación futbolística y para que pudiera denunciar lo sucedido
González Fuertes también se puso en contacto con la Unidad Central Operativa (UCO), el órgano judicial de la Guardia Civil encargado de la investigación y persecución de este tipo de casos en los campos de fútbol, para que revise las imágenes. Y es que, según indica el protocolo antirracista, todos los estadios de LaLiga deben contar con un amplio sistema de cámaras de seguridad en el interior y exterior del estadio conectadas a la UCO.
Alejandro Balde en Getafe
Tras su paso por el vestuario, Balde pisó el verde con el apoyo de sus compañeros. A final del encuentro fue elegido como uno de los mejores jugadores del partido. Y, se decidió que él, junto a Koundé, sería el responsable de hacer las primeras valoraciones del encuentro a Movistar +. Con el apoyo del club, que le animó a hacerlo, Balde dio su mensaje.
La patronal espera a recibir imágenes o a tener testigos para poder llevar los hechos ante la Fiscalía
Un mensaje que reforzó Hansi Flick en la sala de prensa. “No debería haber espacio para esto en el fútbol, ni en la vida. Ahora es el momento en el que tenemos que reflexionar, y esta gente que insulta debe quedarse en casa. Tenemos que luchar contra esto. Es inaceptable”, compartió Flick sobre lo sucedido con el lateral izquierdo. “Me sumo a lo que ha dicho Flick. Estoy en contra de cualquier comentario, cualquier cántico racista. Que den con ellos y que los saquen de los campos de fútbol”, afirmó Bordalás, técnico del Getafe. “Estoy horrorizado por los insultos racistas dirigidos al jugador del FC Barcelona, Alejandro Balde, durante su partido de La Liga contra el Getafe CF, y condeno estos actos, que no tienen cabida en el fútbol ni en la sociedad”, añadía ayer Gianni Infantino, presidente de la FIFA, en sus redes sociales.
“Ya está, sólo quiero dejar constancia de lo que ha pasado”, comentó Balde a sus compañeros después del encuentro. Y puso el foco en el partido que el Barça empató. Su entorno explica que el futbolista no pretende acaparar todo el foco mediático como sucede con Vinícius del Real Madrid. Pero sí dejar constancia de lo sucedido para que se apliquen las medidas necesarias. Y, sobre todo, para que estos capítulos sean cada vez menos frecuentes.
El Comité de Disciplina estudia los hechos y el Getafe se enfrenta a un posible cierre parcial de la grada del estadio
El árbitro González Fuertes hizo constar los acontecimientos en el acta arbitral aunque sin especificar qué tipo de insultos. LaLiga conversará esta semana con los miembros de seguridad del estadio, con los clubs y también estará pendiente de las imágenes que repase la UCO para tomar cartas en el asunto. Fuentes de la patronal también recuerdan que tienen un buzón de denuncias por si hay aficionados que presenciaron lo sucedido que quieren hacer llegar su testimonio de forma anónima. Cuando el órgano que preside Javier Tebas tenga todas las pruebas, procederán a denunciar los hechos ante la Fiscalía contra los delitos de odio y se personarán como acusación particular.
Falta saber cuándo y con qué velocidades se tomarán las medidas necesarias. En el Barcelona son conscientes de que, por ejemplo, con Vinícius todo son alarmas y decisiones que se toman rápidamente como sucedió en Mestalla. Pero la patronal insiste en que necesita las imágenes para actuar.
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Entre tanto, al dejar constancia el árbitro de lo acontecido en el acta del partido, el asunto pasa a manos del Comité de Disciplina de la RFEF. Este comité sancionó al Getafe el curso pasado con el cierre parcial de su grada por tres partidos y una sanción de 27.000 euros, por idéntico motivo. En este caso fue por los insultos que recibió el futbolista del Sevilla Marcos Acuña. Sin embargo, el club azulón recurrió al Comité de Apelación porque le pareció una medida “excesiva” en la que pagaban “justos por pecadores”. Apelación estimó dicho argumento por lo que la sanción, tanto la económica como la deportiva, fue anulada.
