Entre la exhibición y el susto Carlos Alcaraz sorteó las primeras curvas en París. Entre un tenis portentoso y unas dudas momentáneas el murciano supo ganarse su billete para la tercera ronda. Para conseguirlo superó al incómodo húngaro Fabian Marozsan en cuatro mangas por 6-1, 4-6, 6-1, 6-2 en 2 horas y 9 minutos.
Su puesta en escena resultó maravillosa, al igual que la manera en el que le bajó el telón al partido, con una autoridad aplastante. En medio, el primer set que entrega en esta edición de Roland Garros.
“Estoy contento de haber subido el nivel tras entregar la segunda manga”, dice el español
Pero ya se sabe que Alcaraz a veces es como un parque de atracciones. Si se sube a la montaña rusa puede pasar cualquier cosa. Si coge velocidad supersónica no hay rival que le tosa. Así sucedió en el primer set ante el magiar, que se embolsó en apenas 26 minutos.
Tenía el español en el recuerdo la derrota sufrida ante Marozsan en Roma en 2023 y no quería problemas. Sin embargo, el húngaro aprovechó una mínima desconexión de Alcaraz para cazar un break que defendió con uñas y dientes durante todo el segundo set.
Tuvo Alcaraz tiempo y oportunidades para recuperarse pero no convirtió las cinco bolas de rotura de las que dispuso, ya fuera porque su rival había subido el nivel o por sus propios errores, producto de la precipitación.
Artista-tenista Alcaraz vive mucho de su propia inspiración y cuando encadena fallos a veces hace mutis por el foro hasta que le vuelve a dar al interruptor. Esto sucedió tras ceder la segunda manga. Su respuesta fue contundente, otra vez sacó a pasear el recital de derechas y dejadas y acoquinó al magiar, nuevamente desarbolado. Si el primer set había durado 26 minutos el tercero se despachó en 23.
Había que rematar la faena y Alcaraz se puso manos a la obra. Aguantó los últimos arreones de Marozsan, un gigante irregular, que sumaba antes de empezar el partido las mismas victorias que derrotas en el circuito, pero que cuenta con un tenis talentoso. A ratos le corrió mucho la derecha y atacó la red con criterio pero si se habla de clase nadie tiene en la actualidad la calidad de Alcaraz.
Con él da la impresión de que pueden pasar cosas inesperadas en cada golpe, lo cual mantiene la atención embelesada de los espectadores. No es un robot ni tiene un tenis robótico pero Alcaraz ya está en la tercera ronda, donde se medirá al bosnio Damir Dzumhur. “Estoy muy contento por haber vuelto a subir el nivel tras perder el segundo set”, concluyó Alcaraz. El campeón vigente avanza en la Philippe Chatrier.